Rusia ataca a los testigos de Jehová en la ocupada Mariupol, alegando que “financian a las fuerzas armadas de Ucrania”

Rusia ataca a los testigos de Jehová en la ocupada Mariupol, alegando que “financian a las fuerzas armadas de Ucrania”

Siempre fue cuestión de tiempo antes de que Rusia comenzara sus incursiones armadas y arrestos de fieles pacíficos en cualquier territorio ucraniano ocupado; sin embargo, las acusaciones adicionales son especialmente cínicas.

El Servicio Federal de Seguridad de Rusia irrumpió en las oficinas de los Testigos de Jehová de Mariupol el 15 de enero, en una medida que era de esperar dada la persecución religiosa que Rusia ha llevado a cualquier territorio ucraniano ocupado ilegalmente. Sin embargo, hubo un matiz siniestro cuando los invasores afirmaron que habían encontrado “pruebas” de que los Testigos de Jehová están proporcionando dinero a las Fuerzas Armadas de Ucrania.

La afirmación sobre el apoyo al ejército de Ucrania es absurda dado que los testigos de Jehová están dispuestos a ir a prisión antes que tomar las armas en un conflicto militar. Desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, el FSB ha añadido afirmaciones sobre el apoyo a Ucrania a su arsenal habitual contra los tártaros de Crimea y otros prisioneros políticos ucranianos. Es posible que estén haciendo lo mismo aquí, o que estén buscando una segunda excusa para la primera persecución abierta de Rusia contra los testigos de Jehová en partes de Ucrania capturadas en 2022. La persecución rusa de los creyentes en la Crimea ocupada deja claro que los ucranianos estarán en peligro de arresto y penas de prisión por practicar su fe en cualquier zona que esté bajo ocupación rusa.

El vídeo del FSB de su redada del 15 de enero circuló ampliamente en los medios estatales rusos y en los sitios web de propaganda de la ocupación. 20.000 libros fueron confiscados y en el vídeo se desprende claramente que las obras, calificadas como ‘literatura extremista’, son en realidad libros de culto religioso (‘Cantad alabanzas a Jehová’, el libro infantil ‘Hazte amigo de Jehová’ y otros) . Los rusos también se llevaron discos de computadora, cartas fundacionales y otros documentos.

La afirmación de que se habían encontrado pruebas de que los testigos de Jehová estaban “financiando a las Fuerzas Armadas de Ucrania” parece provenir de Rosgvardia. No se demostró ninguna prueba y, por la variedad de organismos encargados de hacer cumplir la ley desplegados, se desprende claramente que la acusación fue planeada. TASS informó que la redada fue llevada a cabo por el FSB de Rusia, así como por el FSB instalado en la falsa «república popular de Donetsk», organismos de contrainteligencia militar y Rosgvardia. Izvestia afirmó que los «organismos de ejecución» rusos ahora están tratando de identificar a «individuos involucrados en la financiación de los neonazis ucranianos».

El acoso y la persecución de los testigos de Jehová por parte de Rusia habían comenzado mucho antes, pero se hicieron “oficiales” el 20 de abril de 2017, cuando el Tribunal Supremo ruso prohibió esta fe mundial, alegando que era “una organización extremista”.

Al cabo de dos meses, a un testigo de Jehová de Crimea le habían dicho que “renuncie o haga un cambio de fe” o se enfrentaría a ser obligado a hacer el servicio militar en Rusia, algo que ningún testigo de Jehová estaría dispuesto a hacer. También hubo numerosos procesos administrativos, aunque en este caso los testigos de Jehová no se diferenciaban de otras religiones que también estaban siendo atacadas en la Crimea ocupada.

En agosto de 2017, 18 comunidades de testigos de Jehová fueron declaradas “organizaciones extremistas” y prohibidas, por lo que era cuestión de tiempo antes del primer procesamiento penal. En agosto de 2018, las repúblicas populares rusas de Donetsk y Luhansk también habían prohibido a los testigos de Jehová.

Las primeras incursiones armadas tuvieron lugar durante la tarde y la noche del 15 al 16 de noviembre de 2018 en Dzhankoy. Durante estas redadas violentas y gratuitas, un creyente de 78 años fue maltratado y Serhiy Filatov, padre de cuatro hijos, fue arrestado.

Posteriormente, Filatov fue liberado bajo el compromiso firmado de no abandonar la ciudad. Sin embargo, fue condenado a seis años de prisión el 5 de marzo de 2020, sentencia confirmada el 26 de mayo de ese año por Edward Belousov, uno de los muchos llamados «jueces» de la Crimea ocupada que están bajo sanciones internacionales por tal participación en Juicios judiciales canguro. Se descubrió que Filatov había orado (y nunca había negado haberlo hecho) junto con otras personas en su propia casa. El “fiscal” y el “tribunal” controlados por Rusia optaron por considerar que ese culto “socava el orden constitucional y la seguridad del Estado”.

Otros nueve ucranianos de Crimea cumplen actualmente penas de prisión similares o incluso más largas por practicar pacíficamente su fe, y varios otros están a la espera de audiencias de apelación contra sentencias análogas. La persecución continúa.

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